Podemos producir cereales y trigos de la calidad ideales para los diferentes procesos de industrialización. En trigos la calidad no debe ser estar ligada solo al carácter de fuerza o corrector de una determinada variedad, cada trigo debe aportar las características querequieren los productos finales de los procesos industriales.
La producción de cereales en España tiene un valor importante, no por su cantidad, que tambien, somos el 5/6º país de mayor producción en la UE, si no por su consumo, tenemos una autosuficiencia que dependiendo de nuestras cosecha oscila entre el 50 y el 70%, por lo que una importante cantidad del cereal que consumimos en España tenemos que traerlo de fuera, importado de terceros países, o de la UE.
Nuestra producción apenas ha cambiado a lo lago de los últimos años, mientras que la oferta internacional o de la UE está siendo cada vez más exigente con el producto que ofrece al mercado, entre otras cosas, porque la mayoría de países que demandan cerea,l cada vez son más exigentes respecto a la calidad del cereal que demandan.
En España, tambien la demanda es más exigente con el cereal que consume y exige cada vez mayor homogeneidad y estabilidad en las partidas que compra, por lo que la oferta debe corresponder de la misma manera ofreciendo cada vez un cereal con una adecuada clasificación.
La producción en España tiene un gran potencial para producir y trabajar con trigo de alta calidad harino-panadera y semolera, el problema es que no hemos tenido ninguna referencia y ninguna política que estimulara la clasificación y la separación de lotes o de variedades para su comercialización, perdiendo en la producción un importante valor añadido al no saber hacer y trabajar con las variedades que el mercado nos ha estado ofreciendo. Hemos trabajado siempre con el trigo tratándolo como si fuera una simple materia prima genérica, siendo el precio la única referencia, perdiendo en ese sentido el valor de la calidad y de la diferenciación.
Podemos producir cereales y trigo de la calidad ideales para los diferentes procesos de industrialización, la calidad no debe ser estar ligada solo al carácter de fuerza o corrector de una determinada variedad, cada trigo debe aportar las características querequieren los productos finales de los procesos industriales.
La calidad industrial de un cereal depende de una cantidad muy importante de factores que dan la producto final, al grano, un valor para un determinado uso final, estos factores son:
La genética: podemos decir que prácticamente aporta más del 50% de la calidad de un cereal y muestra las características que diferencian el uso al que principalmente puede destinarse un cereal.
Las condiciones edáficas: es decir, si el suelo es válido para obtener lo que una determinada variedad puede ofrecernos.
El clima. Tan importante en nuestro país para lograr un adecuado final a lo que esperamos de el buen comportamiento de una variedad.
Las practicas agronómicas, ligadas al buen uso de la tierra y al adecuado tratamiento del cultivo durante todo el ciclo.
Y el manejo en cosecha ypor cosecha: adecuada recolección, adecuado transporte hasta almacén, clasificación y homogeneización por lotes, tratamientos, etc.
Todos estos factores son imprescindibles para poder diferenciar un lote, una variedadaprovechar su valor añadido que el mercado ofrece cuando se apartan y clasifican partidas para un determinado uso final. Si hablamos de trigo podemos aprovechar el valor añadido de una demanda de trigo de fuerza, de trigo extensible, galleteros, etc.,
En definitiva y dado que con la cebada en España llevamos años diferenciando por su aptitud, es hora de empezar a trabajar el valor añadido de las aptitudes que nuestra producción de trigos puede ofrecer al mercado y exigir a nuestros proveedores de semillas las que mejor se adaptan a los diferentes usos que la industria demanda
Ahora queda el trabajo de llevar a cabo el desarrollo de la norma de calidad del trigo en España.Presentarlo y explicarlo bien al sector, hacer llegar a las lonjas y medios la importancia de una adecuada y ordenada producción y oferta de trigo.
hacer valer la influencia para que se comience a cotizar el trigo.
Hablar de clase de trigo.
Debemos hacer frente, con nuestra producción, a la necesidad que tiene la demanda de abastecerse de fuera ,
Tenemos que lograr que el sector valore los esfuerzos y conseguir el valor añadido que cada clase de trigo ttiene para cada necesidad de uso. Que la clasificación sea efectiva es fundamental para conseguir lo que pretendemos. Comencemos ordenando la producción implicando a toda la cadena
Podemos producir cereales y trigos de la calidad ideales para los diferentes procesos de industrialización. En trigos la calidad no debe ser estar ligada solo al carácter de fuerza o corrector de una determinada variedad, cada trigo debe aportar las características que requieren los productos finales de los procesos industriales.
La producción de cereales en España tiene un valor importante, no por su cantidad, que tambien, somos el 5/6º país de mayor producción en la UE, si no por su consumo, tenemos una autosuficiencia que dependiendo de nuestras cosecha oscila entre el 50 y el 70%, por lo que una importante cantidad del cereal que consumimos en España tenemos que traerlo de fuera, importado de terceros países, o de la UE.
Nuestra producción apenas ha cambiado a lo lago de los últimos años, mientras que la oferta internacional o de la UE está siendo cada vez más exigente con el producto que ofrece al mercado, entre otras cosas, porque la mayoría de países que demandan cerea,l cada vez son más exigentes respecto a la calidad del cereal que demandan.
En España, tambien la demanda es más exigente con el cereal que consume y exige cada vez mayor homogeneidad y estabilidad en las partidas que compra, por lo que la oferta debe corresponder de la misma manera ofreciendo cada vez un cereal con una adecuada clasificación.
La producción en España tiene un gran potencial para producir y trabajar con trigo de alta calidad harino-panadera y semolera, el problema es que no hemos tenido ninguna referencia y ninguna política que estimulara la clasificación y la separación de lotes o de variedades para su comercialización, perdiendo en la producción un importante valor añadido al no saber hacer y trabajar con las variedades que el mercado nos ha estado ofreciendo. Hemos trabajado siempre con el trigo tratándolo como si fuera una simple materia prima genérica, siendo el precio la única referencia, perdiendo en ese sentido el valor de la calidad y de la diferenciación.
Podemos producir cereales y trigo de la calidad ideales para los diferentes procesos de industrialización, la calidad no debe ser estar ligada solo al carácter de fuerza o corrector de una determinada variedad, cada trigo debe aportar las características que requieren los productos finales de los procesos industriales.
La calidad industrial de un cereal depende de una cantidad muy importante de factores que dan la producto final, al grano, un valor para un determinado uso final, estos factores son:
La genética: podemos decir que prácticamente aporta más del 50% de la calidad de un cereal y muestra las características que diferencian el uso al que principalmente puede destinarse un cereal.
Las condiciones edáficas: es decir, si el suelo es válido para obtener lo que una determinada variedad puede ofrecernos.
El clima. Tan importante en nuestro país para lograr un adecuado final a lo que esperamos de el buen comportamiento de una variedad.
Las practicas agronómicas, ligadas al buen uso de la tierra y al adecuado tratamiento del cultivo durante todo el ciclo.
Y el manejo en cosecha y por cosecha: adecuada recolección, adecuado transporte hasta almacén, clasificación y homogeneización por lotes, tratamientos, etc.
Todos estos factores son imprescindibles para poder diferenciar un lote, una variedad aprovechar su valor añadido que el mercado ofrece cuando se apartan y clasifican partidas para un determinado uso final. Si hablamos de trigo podemos aprovechar el valor añadido de una demanda de trigo de fuerza, de trigo extensible, galleteros, etc.,
En definitiva y dado que con la cebada en España llevamos años diferenciando por su aptitud, es hora de empezar a trabajar el valor añadido de las aptitudes que nuestra producción de trigos puede ofrecer al mercado y exigir a nuestros proveedores de semillas las que mejor se adaptan a los diferentes usos que la industria demanda
Ahora queda el trabajo de llevar a cabo el desarrollo de la norma de calidad del trigo en España.Presentarlo y explicarlo bien al sector, hacer llegar a las lonjas y medios la importancia de una adecuada y ordenada producción y oferta de trigo.
hacer valer la influencia para que se comience a cotizar el trigo.
Hablar de clase de trigo.
Debemos hacer frente, con nuestra producción, a la necesidad que tiene la demanda de abastecerse de fuera ,
Tenemos que lograr que el sector valore los esfuerzos y conseguir el valor añadido que cada clase de trigo ttiene para cada necesidad de uso. Que la clasificación sea efectiva es fundamental para conseguir lo que pretendemos. Comencemos ordenando la producción implicando a toda la cadena